Los Kiva Robots moverán tu almacén

Cuando hace unos meses se conoció la intención de Amazon (posteriormente copiada por otras compañías) de poder realizar la entrega de sus productos a través de pequeños artefactos aéreos no tripulados, surgieron todo tipo de críticas al respecto: una idea puramente propagandística, inseguridad en las calles ante posibles choques aéreos, molestias para los ciudadanos y, también, posibles pérdidas de puestos de trabajo para los empleados de las empresas de paquetería. La repercusión fue tal, qie parecía que los ingenios aéreos de Amazon eran los primeros robots en la historia de la logística. Todo lo contrario. Y para muestra, unos Kiva Robots.

Una compañía de 775 millones de dólares

Los Kiva Robots, pertenecen a Kiva Systems, una empresa de sistemas automatizados para el almacén que, debido a su enorme éxito, fue adquirida por Amazon en 2012 por la increíble cifra de 775 millones de dólares. Antes de cerrarse esa operación, Kiva Robots había vendido sus curiosos robots color butano a grandes comercios electrónicos de todo el mundo, como Toys’r’Us o GAP. Curiosamente, desde entonces las ventas de Kiva han bajado, y el rumor es que a Amazon le gustan tanto que han preferido centrarse en su desarollo interno y quedárselos para si misma.

Kiva Robots: No te muevas por el almacén. El almacén se mueve por ti

El elemento más llamativo de los sistemas automatizados de esta empresa son sus Kiva Robots, unos pequeños y encantadores aparatos de color naranja que, mediante la coordinación de un servidor central, se desplazan sin problemas por un almacén, guiados por una red de códigos bidi adheridos al suelo, que les sirven como puntos de orientación para su navegación.

Como puedes ver en el video, el principal cambio que supone el contar con los Kiva Robots en la gestión de un almacén es que no son los operarios los que tienen que desplazarse por una inmensa nave buscando los productos incluidos en, por ejemplo, el pedido de un cliente en una tienda online. Los Kiva Robots son los encargados de localizar las estanterías correctas, levantarlas sobre sus… ¿cabezas? y acercarlas (haciendo cola pacientemente junto a otros robots si es necesario) al puesto de trabajo del operario que, simplemente, tiene que alargar su brazo y escoger el producto en cuestión. Después de cada viaje, cada robot vuelve a buscar un nuevo pedido o, si lo necesita, acude a recargar sus baterías por voluntad propia a un punto de carga. Y todo ello sin choques ni partes amistosos de accidentes (al menos, que se sepa)

¿Los robots pueden provocar la pérdida de empleos?

Evidentemente, el trabajo de los Kiva Robots está pensado para aumentar la rapidez y eficiencia de los procesos de almacenaje y preparación de pedidos, lo que puede ser entendido como una peligrosa amenaza para los empleos de muchos de trabajadores, en una época en la que los contratos de trabajo son un bien más escaso que un tetrifolio trébol de boggsita.

Sin caer en el optimismo del primer video (minuto 1:49) en el que se llega a decir que los Kiva Robots son “job creators”, lo cierto es que el aumento de la eficiencia provocado por el uso de todo tipo de sistemas automatizados puede hacer que los empleos que se “pierdan” por su uso queden compensados por recolocaciones y nuevas contrataciones en otras áreas de la gestión del almacenaje de la empresa, a causa de sus mejores resultados y el (previsible) aumento de su cartera de pedidos. A fin de cuentas, hasta dentro de muchos años se seguirán necesitando manos dotadas de inteligencia humana en las actividades propias de un almacén. 

En todo caso, un tema complicado y una polémica antigua, con opiniones contrapuestas,  que seguirá generando ríos de bytes en el futuro.

 

 

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